Las ideas que sirven para crear historias por lo general empiezan con algo fuera de lo común. Es algo extraño que golpea tu imaginación como esos ruidos raros que a uno lo despiertan a medianoche. La idea que enciende la mecha de una novela puede ser una imagen, un párrafo de un libro, o cualquier cosa que tenga el poder de arraigar y catapultarte fuera del mundo familiar. Algo así me pasó con una noticia policial muy difundida en una época en Argentina. Hoy pocos recuerdan esa historia, pero fue el punto de partida para mi primera novela, El Evangelista. Sobre la base de esa noticia me pregunté: ¿Qué pasaría si los eventos resultantes fueran otros? Esta es una pregunta que te puede servir como escritor.
Si estás dando tus primeros pasos como escritor y te preguntas cómo captar la atención de los lectores, hay un término que debes conocer: el alto concepto (high concept). Esto no es algo imprescindible para publicar tu novela, pero desarrollar ideas de alto concepto puede marcar la diferencia entre pasar desapercibido o estar en el centro de atención.
¿Qué es el alto concepto?
El alto concepto es una premisa poderosa que puede resumirse en una o tres oraciones y que contar con alguno de los siguientes elementos:
- Muy entretenida.
- Original o única.
- Visualmente atractiva.
- Emocionalmente impactante.
- Capaz de atraer a grandes audiencias.
La idea te gusta tanto que te hace pensar: “¿Por qué nadie había pensado en esto antes?”.
La gran pregunta: “¿Qué pasaría si…?”
El alto concepto suele partir de una pregunta hipotética que da un giro único a ideas cotidianas. Con algunos ejemplos es más fácil:
- ¿Qué pasaría si un meteorólogo quedara atrapado viviendo el mismo día una y otra vez? (Día de la Marmota).
- ¿Qué pasaría si adolescentes fueran seleccionados para luchar a muerte en televisión? (Los juegos del hambre).
Este enfoque no solo te ayuda a generar ideas impactantes, sino que también es una herramienta efectiva para comunicar la esencia de tu historia de manera clara y concisa a través de su premisa.
Cómo crear tus propias ideas de alto concepto
Para desarrollar un concepto atractivo, prueba este ejercicio:
- Elige un personaje común.
- Dale una actividad cotidiana.
- Introduce un elemento inesperado que haga subir las apuestas.
Veamos unos ejemplos con sus correspondientes premisas:
Ejemplo 1: El repartidor de empanadas
- Personaje común: Un repartidor de empanadas en moto.
- Actividad cotidiana: Recorre las calles de Buenos Aires entregando pedidos.
- Elemento inesperado: Descubre un complot político al encontrar un mensaje secreto dentro de una empanada.
Premisa: Un humilde repartidor de empanadas se ve envuelto en una conspiración de alto nivel cuando encuentra un mensaje codificado en el relleno de una empanada que acaba de entregar. A medida que se adentra en el peligroso mundo de la política, debe usar sus conocimientos de las calles y su agilidad en la moto para sobrevivir y exponer la verdad.
Ejemplo 2: La profesora de tango
- Personaje común: Una profesora de tango en un barrio de Buenos Aires.
- Actividad cotidiana: Da clases de tango y se presenta en milongas.
- Elemento inesperado: Descubre que uno de sus alumnos es un ladrón de guante blanco que utiliza sus clases como cobertura para planificar sus robos.
Premisa: Una elegante profesora de tango descubre que uno de sus alumnos más prometedores es un ladrón de guante blanco que utiliza sus clases para aprender a moverse con gracia y pasar desapercibido. A medida que se acerca la competencia de tango más importante del año, ella debe decidir si lo denuncia a la policía o si lo ayuda a escapar con el botín de su próximo golpe.
La clave está en combinar lo ordinario con lo extraordinario, creando un contraste que despierte interés inmediato.
¿Por qué es tan poderoso el alto concepto?
Una historia de alto concepto es fácil de comunicar y de imaginar, lo que facilita que los lectores conecten rápidamente con tu propuesta.
¿Cómo saber si tu idea es de alto concepto?
Una idea de alto concepto:
- Responde a la pregunta ¿qué pasaría si?.
- Impacta directamente en la trama, no solo en el escenario o los personajes.
- Tiene un fuerte gancho capaz de emocionar en pocas palabras.
Aunque el alto concepto es una herramienta valiosa, no es un requisito obligatorio para tener éxito. Si tu historia es introspectiva, experimental o centrada en el desarrollo de personajes, también puede encontrar su lugar en el mundo literario.
La próxima entrada estará dedicada al armado de la premisa, una herramienta muy valiosa que funcionará como una guía a la hora de escribir.
Fuentes
Cebrián, Eloy M. (2022) Manual de Narrativa. Cómo invocar a las musas y escribir una gran novela. Manuales Berenice. Editorial Almuzara S.L. Córdoba, España.
Páez, Enrique. (2005) Escribir. Manual de técnicas narrativas. Ediciones Sm. Madrid, España.